El trabajo de WWF para la conservación del Panda GiganteEn los últimos años, ayudamos al gobierno chino para llevar a cabo su Programa Nacional de Conservación para el panda gigante y su hábitat, creando una red de reservas naturales de pandas gigantes y corredores ecológicos para conectar poblaciones aisladas, así como trabajar con las comunidades locales para desarrollar medios de vida sostenibles y minimizar su impacto en los bosques.
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Pero los representantes del poder político local no sólo delinearon el escenario: también organizaron algunas actividades destinadas a los vecinos de Luján. Fernández Beschtedt, vale recordarlo, además de ocupar el cargo de Comisionado Municipal, había sido designado "delegado en Luján" por los miembros de la Comisión Administradora del Museo. De ahí que al mediodía ofreció un asado con cuero en el local del hipódromo y atrajo la atención del vecindario con la reproducción de escenas "genuinamente criollas".56 La importancia de estas prácticas no radicaba en su novedad sino, por el contrario, en su arraigada "tradición": durante el período rosista, por ejemplo, se denominaba "asado federal" al asado con cuero que se consumía en ciertas ocasiones festivas.57 En un contexto de reafirmación de la tradición gauchesca propia de mediados de la década del 10,58 los partidos políticos intentaban montar una serie de prácticas sociales arraigadas en la experienciahistórica tendientes a proyectar una imagen nacionalista y sobre todo "criolla" del pasado nacional.59
El interventor federal José Luis Cantilo, establecía la creación del Museo Colonial e Histórico de la Provincia de Buenos Aires en un intento de resaltar el rol cumplido por la provincia "que tan principal y característica actuación tuvo en la época de la colonia y en la emancipación nacional".71 Este rescate de lo "bonaerense" como cuna de la tradición nacional "criolla" debía ir acompañado de reivindicaciones concretas en el ámbito local; de ahí que la ciudad de Luján aparece como el nexo apropiado para desarrollar fuertes sentimientos de pertenencia territorial: "Que la Villa de Luján debe elegirse como asiento del Museo Colonial e Histórico de la provincia de Buenos Aires, por existir en ella el venerable edificio capitular y por ser esta Villa la población más antigua de la Provincia, centro verdadero de la tradición gauchesca de la llanura, cuyo primitivo núcleo de habitantes data del año 1630, fecha en la cual aparece ya en la historia como atalaya de Buenos Aires en su lucha contra el salvaje".
Los acontecimientos de 1910 deben entenderse, entonces, en un contexto caracterizado por la articulación y consolidación de la estructura jerárquica y organizativa del catolicismo argentino, sobre todo a nivel nacional. Como lo advierten Zanatta y Di Stéfano, durante las tres primeras décadas del siglo XX el catolicismo comenzó a influir mucho más en la marcha de la vida política, social e intelectual de la nación.86 Por lo tanto, para examinar con mayor detenimiento el desarrollo de las aproximaciones entre poder político y poder eclesiástico, hacia fines de la década del 10 y primeros años de la década del 20, debemos tener presente las transformaciones sociopolíticas introducidas por el triunfo del radicalismo y, sobre todo, esa suerte de "pluralismo" político, social y cultural que este hecho acarreó como consecuencia. La puesta en marcha de la ley Sáenz Peña modificó sustancialmente las relaciones entre la iglesia y la política, ya que ahora era inevitable que los militantes católicos tuvieran distintas referencias políticas. De ahí que, al menos durante las tres primeras décadas del siglo, debemos cuidarnos de identificar la consolidación institucional de la iglesia con el conservadurismo o con el radicalismo.87 Si pensamos la relación con este último –ya que es el aspecto que nos ocupa– debemos tener presente que aun cuando Yrigoyen no podría ser identificado como "anticlerical",88 también es verdad que la dirigencia política de su partido era ideológicamente muy heterogénea y no se acercaba en lo más mínimo al proyecto de restauración integral del orden cristiano, ideado por la jerarquía eclesiástica argentina. Estos motivos hacen necesario introducir una mayor complejidad al problema y tomar en consideración otros aspectos menos explorados, tal vez más sutiles, que permitieron a la elite política y eclesiástica actuar conjuntamente en la conformación de una identidad argentina que colocara como valor supremo el respeto por la religión católica.
El museo provincial venía a dar cumplimiento a uno de los requerimientos imprescindibles en una Argentina que avanzaba a pasos agigantados hacia la modernización: "reunir los innumerables y ricos elementos de su tradición, que se encuentran dispersos y olvidados en ella, con mengua de la cultura patria".98 Sin embargo, Cantilo lo proyectaba también como una institución indispensable para la enseñanza cívica y moral de niños y adultos ya que "admitido como está que en su carácter de objetividad histórica, el Museo es prolongación y complemento de la escuela". Advirtiendo que desde fines del siglo XIX la educación patriótica se alzaba como dispositivo central para la creación de una cultura homogénea,99 el "proyecto museo" debía adquirir mayor complejidad haciendo hincapié en las necesidades espirituales y, sobre todo, emocionales de la población local.
65. Según la tradición local, Lezica y Torrezuri llegó al Río de la Plata y recorriendo las estancias de Luján sufrió el impacto de "la fervorosa fe que los pueblos del Virreinato le profesaban a la virgen de las orillas del Río Luján". Al encontrarse enfermo, Lezica pidió que lo trajeran a los pies de la imagen de la virgen. Allí, con la sola frotación de agua de un manantial cercano se produjo el "milagro" de su curación. En agradecimiento, entonces, comenzó la construcción de un pequeño templo en honor a la Virgen de Luján; Revista Nosotros, nº 64, año VI, p. 26. Sobre Lezica y Torrezuri ver Jorge G. Cortabarría, "Don Juan de Lezica y Torrezuri. Actividades económicas y sociales de un gran comerciante del Buenos Aires del siglo XVIII", en Res Gesta, nº 22, Rosario, FDYCS UCA, juliodiciembre de 1987, y Dedier N. Marquiegui, Estancia y poder político en un partido de la campaña bonaerense (Luján, 1756-1821), Buenos Aires, Biblos, 1990, pp. 35 y 36.
81. Enrique Udaondo, Reseña histórica..., pp. 318-319. Respecto de la importancia de las peregrinaciones a Luján, sobre todo en la experiencia de las colectividades inmigratorias, ver Daniel Santamaría, "Estado, iglesia e inmigración en la Argentina moderna", en Estudios migratorios latinoamericanos, nº 14, Buenos Aires, 1990, pp. 139-181.
Urge combatir este mal, del mismo modo que apremia extirpar los parásitos en la planta joven, facilitándole un libre y sano crecimiento. Precisamos reivindicar nuestra lesionada soberanía del espíritu, porque sin ella caeremos en el servilismo mental, la más humillante de las esclavitudes en razón de la pasividad del sometimiento. Y para ello, hay que rebelarse virilmente contra los supremos sacerdotes del viejo templo polvoriento sobre cuyos altares enguirnalados de telarañas, ofícianse a puerta cerrada glorificaciones al Éxito. Hay que `romper los vidrios aunque sea á pedradas si las ventanas están muy altas, dando paso a la luz de un pensamiento nuevo'. Y hay que colocar después otro símbolo en el ara: el del trabajo lento y silencioso como la germinación de la semilla, cuyo fruto solo ha de cosecharse más tarde, cuando cumplido su natural proceso de desarrollo, la granada espiga se abra dorada por el sol....
Tan sencillo, por otra parte, es el argumento del libro que se explica en una palabra. Todo se reduce a la historia, minuciosa como en los volúmenes anteriores, de un año de estudio y de meditación que termina con el ingreso de Durtal, en calidad de oblato, en la orden de los Benedictinos. Dentro de este cuadro tan simple vienen a colocarse descripciones de la vida del convento, retratos, explicaciones de historia, y de liturgia; y periódicamente, en páginas inflamadas de lírica, escenas evangélicas o monásticas, visiones de cuadros antiguos, y el drama de las grandes ceremonias abaciales, con su pompa de leyenda, sus altares llenos de oro, sus bordados y sus joyas, el pueblo medioeval de los monjes, bajo una nube pesada de incienso, que atraviesan las llamas rectas de los cirios y el gran clamor de los salmos... 2ff7e9595c
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